
Adoptar hábitos alimenticios saludables no tiene por qué ser complicado. Con estos 10 consejos prácticos, aprenderás a balancear las calorías, priorizar alimentos nutritivos y reducir aquellos que debes consumir con moderación.
1. Balancea las calorías
El primer paso para mantener un peso saludable es calcular cuántas calorías necesitas diariamente. Puedes usar herramientas como ChooseMyPlate.gov para obtener una estimación precisa. Además, la actividad física es esencial para equilibrar las calorías consumidas.
2. Disfruta tus comidas en porciones moderadas
Come despacio y presta atención al sabor de los alimentos. Comer demasiado rápido o distraído puede llevarte a consumir más calorías de las necesarias. Escucha a tu cuerpo: come cuando tengas hambre y detente cuando te sientas satisfecho.
3. Controla las porciones para evitar excesos
Utiliza platos y vasos más pequeños para servir tus alimentos. Antes de comer, separa porciones adecuadas para evitar excederte. Si estás en un restaurante, opta por platillos pequeños, comparte el plato principal o lleva lo que sobra a casa.
4. Prioriza alimentos nutritivos
Aumenta el consumo de frutas, vegetales, granos integrales y lácteos bajos en grasa o sin grasa. Estos alimentos son ricos en nutrientes esenciales como potasio, calcio, vitamina D y fibra, ideales para mantener una buena salud.
5. Llena la mitad de tu plato con frutas y verduras
A la hora de preparar tus comidas, incluye vegetales de colores brillantes como tomates, batatas y brócoli. Agrega frutas a tus platillos principales, como acompañamiento o incluso como postre.
6. Elige leche descremada o baja en grasa
Opta por leche descremada o con 1% de grasa. Estas opciones contienen los mismos nutrientes esenciales que la leche entera, pero con menos calorías y grasas saturadas.
7. Prefiere granos integrales
Haz que al menos la mitad de tus cereales sean integrales. Cambia productos refinados como el pan blanco por pan integral o el arroz blanco por arroz integral para incorporar más fibra y nutrientes en tu dieta.
8. Reduce los alimentos ricos en grasas, azúcar y sal
Limita el consumo de alimentos como galletas, helados, dulces, bebidas azucaradas, pizzas y carnes grasas. Estos deben ser un gusto ocasional y no una parte regular de tu dieta diaria.
9. Compara el contenido de sodio en los alimentos
Lee las etiquetas de información nutricional para elegir productos con menos sodio. Opta por alimentos etiquetados como “bajo en sodio,” “sodio reducido” o “sin sal adicional.”
10. Toma agua en lugar de bebidas azucaradas
Reemplaza las bebidas endulzadas con agua o bebidas sin azúcar. Gaseosas, bebidas energéticas y deportivas suelen ser una fuente importante de calorías vacías en la dieta.
